1. ¿Qué es la Santísima Trinidad?
La Santísima Trinidad es la forma de describir a Dios Uno y Trino.
Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas distintas y Un solo Dios verdadero. Dios como Familia de Amor
La Santísima Trinidad es un Misterio cuya comprensión sobrepasa los límites de la razón.
Cuenta San Agustín que un día paseaba por la playa mientras iba reflexionando sobre el misterio de la Santísima Trinidad. Trataba de comprender, con su mente analítica, cómo era posible que tres Personas diferentes (Padre, Hijo y Espíritu Santo) pudieran constituir un único Dios. Estando en esas cavilaciones encontró a un niño que había excavado un pequeño hoyo en la arena y trataba de llenarlo con agua del mar. El niño corría hacia el mar y recogía un poquito de agua en una concha marina. Después regresaba corriendo a verter el líquido en el hueco, repitiendo esto una y otra vez. Aquello llamó la atención del santo, quien lleno de curiosidad le preguntó al niño sobre lo que hacía:
—Intento meter toda el agua del océano en este hoyo— le respondió el niño.
—Pero eso es imposible —replicó el teólogo—, ¿cómo piensas meter toda el agua del océano que es tan inmenso en un hoyo tan pequeñito?
—Al igual que tú, que pretendes comprender con tu mente finita el misterio de Dios que es infinito…
Y en ese instante el niño desapareció.
Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas distintas y Un solo Dios verdadero. Dios como Familia de Amor
La Santísima Trinidad es un Misterio cuya comprensión sobrepasa los límites de la razón.
Cuenta San Agustín que un día paseaba por la playa mientras iba reflexionando sobre el misterio de la Santísima Trinidad. Trataba de comprender, con su mente analítica, cómo era posible que tres Personas diferentes (Padre, Hijo y Espíritu Santo) pudieran constituir un único Dios. Estando en esas cavilaciones encontró a un niño que había excavado un pequeño hoyo en la arena y trataba de llenarlo con agua del mar. El niño corría hacia el mar y recogía un poquito de agua en una concha marina. Después regresaba corriendo a verter el líquido en el hueco, repitiendo esto una y otra vez. Aquello llamó la atención del santo, quien lleno de curiosidad le preguntó al niño sobre lo que hacía:
—Intento meter toda el agua del océano en este hoyo— le respondió el niño.
—Pero eso es imposible —replicó el teólogo—, ¿cómo piensas meter toda el agua del océano que es tan inmenso en un hoyo tan pequeñito?
—Al igual que tú, que pretendes comprender con tu mente finita el misterio de Dios que es infinito…
Y en ese instante el niño desapareció.
2. El Espíritu Santo
El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, también llamado Paráclito y Espíritu de Verdad.
Según San Agustín El Espíritu Santo es el «Huésped silencioso de nuestra alma». Quien quiera percibirlo tiene que hacer el silencio interior. Con frecuencia este huésped habla «bajito» dentro de nosotros.
3. ¿Qué significa creer en el Espíritu Santo?
Creer en el Espíritu Santo significa:
– Adorarle como Dios igual que al Padre y al Hijo.
– Creer que viene a nuestro corazón para conocer al Padre como hijos suyos.
– Comprender que movidos por el Espíritu Santo podemos cambiar la faz de la tierra.
– Creer que viene a nuestro corazón para conocer al Padre como hijos suyos.
– Comprender que movidos por el Espíritu Santo podemos cambiar la faz de la tierra.
4. ¿Por qué tenemos que creer en el Espíritu Santo?
Porque creemos en Jesucristo y Él dijo a sus discípulos: «Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros» (Jn 15,14-18).
Cuando después se derramó el Espíritu Santo sobre ellos –Pentecostés– entendieron lo que Jesús les había prometido pues el miedo se trocó en valor, y el Espíritu se manifestaba a través de ellos despertando admiración entre los que les escuchaban pues eran palabras de sabiduría que llegaban directamente al corazón. La Iglesia primitiva, experimentó esta realidad en forma de seguridad profunda y alegría de la fe. Las conversiones eran multitudinarias, se podían contar por miles cada día, no les importaba que les arrestaran, azotaran, encarcelaran…, todo estaba meridianamente claro en su interior (ver cap. 2, Hechos de los Apóstoles).
5. ¿Qué papel tuvo el Espíritu Santo en la vida de Jesús?
Es imposible entender la vida de Jesús sin la participación del Espíritu Santo.
Los Evangelios lo mencionan en:
– Su milagrosa Concepción: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios» (Lc 1,35).
– Su Bautismo en el Jordán: «Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él» (Mt 3,16).
– La transfiguración del Monte Tabor, donde podemos hablar de experiencia trinitaria, el Padre a través de la voz, el Hijo como hombre y el Espíritu Santo como la Nube –uno de los símbolos como se le suele representar–: «Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: “Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo”» (Mc 9,7).
– El momento de su muerte: «Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: “Está cumplido”. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu» (Jn 19,30).
– Su milagrosa Concepción: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios» (Lc 1,35).
– Su Bautismo en el Jordán: «Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él» (Mt 3,16).
– La transfiguración del Monte Tabor, donde podemos hablar de experiencia trinitaria, el Padre a través de la voz, el Hijo como hombre y el Espíritu Santo como la Nube –uno de los símbolos como se le suele representar–: «Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: “Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo”» (Mc 9,7).
– El momento de su muerte: «Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: “Está cumplido”. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu» (Jn 19,30).
6. El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento podemos encontrar al Espíritu Santo encarnando varios roles, si se me permite la expresión:
EL ESPÍRITU SANTO CREA: «La tierra estaba informe y vacía; la tiniebla cubría la superficie del abismo, mientras el espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas» (Gén 1,2). También en la creación del hombre: «Entonces el Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo» (Gén 2,7).
EL ESPÍRITU SANTO ENSEÑA: «Pero en verdad hay un espíritu en el hombre, la inspiración del Todopoderoso otorga inteligencia» (Job 32,8). «Les diste tu espíritu bueno para instruirlos» (Neh 9,20). «Enséñame a cumplir tu ley, ya que tú eres mi Dios. | Tu espíritu, que es bueno, | me guíe por tierra llana» (Sal 143,10).
EL ESPÍRITU SANTO FORTALECE: Las obras de Sansón fueron hechas cuando, por ejemplo, «Le invadió, entonces, el espíritu del Señor, y despedazó al león como se despedaza un cabrito, sin nada en la mano» (Jue 14,6).
EL ESPÍRITU SANTO SE MANIFIESTA: «Samuel cogió el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el espíritu del Señor vino sobre David desde aquel día en adelante» (1S 16,13).
EL ESPÍRITU SANTO HABLA POR LOS PROFETAS: En la Antigua Alianza Dios colmó a hombres y mujeres con el Espíritu Santo, de modo que (Libros Proféticos): Alzaran su voz a favor de Dios, hablaran en su nombre y prepararan al pueblo para la llegada del Mesías.
EL ESPÍRITU SANTO ENSEÑA: «Pero en verdad hay un espíritu en el hombre, la inspiración del Todopoderoso otorga inteligencia» (Job 32,8). «Les diste tu espíritu bueno para instruirlos» (Neh 9,20). «Enséñame a cumplir tu ley, ya que tú eres mi Dios. | Tu espíritu, que es bueno, | me guíe por tierra llana» (Sal 143,10).
EL ESPÍRITU SANTO FORTALECE: Las obras de Sansón fueron hechas cuando, por ejemplo, «Le invadió, entonces, el espíritu del Señor, y despedazó al león como se despedaza un cabrito, sin nada en la mano» (Jue 14,6).
EL ESPÍRITU SANTO SE MANIFIESTA: «Samuel cogió el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el espíritu del Señor vino sobre David desde aquel día en adelante» (1S 16,13).
EL ESPÍRITU SANTO HABLA POR LOS PROFETAS: En la Antigua Alianza Dios colmó a hombres y mujeres con el Espíritu Santo, de modo que (Libros Proféticos): Alzaran su voz a favor de Dios, hablaran en su nombre y prepararan al pueblo para la llegada del Mesías.
7. ¿Qué sucedió en Pentecostés?
El significado del término «pentecostés» tiene relación con la celebración de una fiesta hebrea en la que Israel celebraba la Alianza con Dios en el Sinaí.
Pero el acontecimiento de Pentecostés en Jerusalén se convirtió para los cristianos en la fiesta del Espíritu Santo.
Cincuenta días después de su Resurrección envió Jesús desde el cielo el Espíritu Santo sobre sus discípulos. El advenimiento del Espíritu Santo hizo de los temerosos apóstoles testigos valerosos de Cristo. Fue cuando se produjo el prodigio de las lenguas de fuego. Era el nacimiento de la Iglesia de Cristo, con miles de bautismos en poquísimo tiempo.
Este acontecimiento vino a demostrar que la Iglesia es para todos, universal, es decir, católica, y que es misionera, pues el mandato de Jesús fue: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15).
Cincuenta días después de su Resurrección envió Jesús desde el cielo el Espíritu Santo sobre sus discípulos. El advenimiento del Espíritu Santo hizo de los temerosos apóstoles testigos valerosos de Cristo. Fue cuando se produjo el prodigio de las lenguas de fuego. Era el nacimiento de la Iglesia de Cristo, con miles de bautismos en poquísimo tiempo.
Este acontecimiento vino a demostrar que la Iglesia es para todos, universal, es decir, católica, y que es misionera, pues el mandato de Jesús fue: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15).
8. ¿Qué hace el Espíritu Santo en mi vida?
Desde Pentecostés, y por mediación del Bautismo, estamos repletos de Espíritu.
La presencia del Espíritu Santo dentro de mí:
– Me abre a Dios.
– Me enseña a orar.
– Me ayuda a estar disponible para los demás.
– Me convierte en Templo del Espíritu Santo, es decir, estar en cuerpo y alma a disposición de este «huésped especial».
– Significa que Dios está en mí, que a más apertura mía al Espíritu Santo, más será Él mi Guía y Maestro en esta vida.
De este modo, las «obras de la carne» dan paso a los «FRUTOS DEL ESPÍRITU».
– Me abre a Dios.
– Me enseña a orar.
– Me ayuda a estar disponible para los demás.
– Me convierte en Templo del Espíritu Santo, es decir, estar en cuerpo y alma a disposición de este «huésped especial».
– Significa que Dios está en mí, que a más apertura mía al Espíritu Santo, más será Él mi Guía y Maestro en esta vida.
De este modo, las «obras de la carne» dan paso a los «FRUTOS DEL ESPÍRITU».
9. Reflexión YOUCAT
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena» (Jn 16, 12-13).
10. Lecturas complementarias
– SANTA BIBLIA: Sal 2,6-7; Ga 4,6; Mt 1,23; Mt 16, 24-26; Rm 8,26
– COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA: 136-146
– YOUCAT: 113-165
11. Cuestionario para valorar la comprensión del tema
– YOUCAT: 113-165
11. Cuestionario para valorar la comprensión del tema